Cuatro milpas tan sólo han quedado,
Del ranchito que era mío, ¡ay!
De aquella casita tan blanca y bonita,
Lo triste que esta.
Si me prestas tus ojos, morena,
Los llevo en el alma,
Que miren allá.
Los despojos de aquella casita,
Tan blanca y bonita lo triste que esta.